Los olvidados de la Historia
” Hoy día, cuando los sofistas nos invitan al olvido, señalaremos nuestro horror mudo e impotente ante los perros del odio; pensaremos con fuerza en la agonía de los deportados y de los niños pequeños que no han vuelto, pues esa agonía perdurará hasta el fin del mundo”
Vladimir Jankélévitch
Investigando sobre el nazismo y en particular sobre los campos de concentración, oh ¡Sorpresa!, encontré un grupo que desconocía llamado: Bibelforscher (conocía  que los nazis en los campos de concentración tenían presos por cuestiones políticas (comunistas, etc); por cuestiones de raza (judíos, gitanos, etc.), y otros motivos; sin embargo no conocía que por cuestiones de neutralidad (tema que me interesa) hubiese presos en los campos de concentración nazis. Sí, neutralidad, Bibelforscher. Indagando sobre el tema pude saber de una publicación, a saber: “Los Bibelforscher y el nazismo. (1933-1945). Los olvidados de la historia de Sylvie Graffard – Léo Tristan, cuya publicación os quiero reseñar.
La obra nos habla de un grupo religioso: Bibelforscher (término alemán) que significa: Estudiantes de la Biblia (nombre dado por los alemanes a los Estudiantes Internacionales de la Biblia en aquella época, conocido popularmente en español como: Testigos de Jehová). Los Bibelforscher fueron a parar a los campos de concentración por no apoyar de ninguna manera al régimen nazi y rechazarlo. Su resistencia llegaba a extremos insospechados: no realizaban el saludo nazi-fascista, se negaban a decir “Heil Hitler”, no saludaban a la bandera, no tomaban armas, se negaban a aprender la guerra (servicio militar, fabricar armas en fabricas,etc.), no se enfrentaban en política, no se enfrentaban a sus preseguidores  nazis de forma física, eran completamente neutrales y pacíficos. La actitud neutral de los Bibelforscher los hizo diferentes e incomprendidos en la Alemania nazi, pero sobre todo, en los campos de concentración y exterminio, tanto de parte de los detenidos por distintas causas, como por los propios nazis. Los Bibelforscher era de distintas nacionalidades: alemanes (mayoritariamente), austriacos, polacos, holandeses, franceses, etc, los cuales se encontraban recluidos en los campos de concentración, éstos podían haber salido facilmente de dichos campos, pues sólo tendrían que haber firmado un documento que ponían las autoridades nazis, en dicho documento únicamente se exigía que apoyasen por obra y hechos al régimen, rechazando a su Dios Jehová, la gran mayoría de los 20000 miembros  de Alemania y otros países sátelites que cayeron en sus manos (las nazis) rechazaron semejante propuesta. Sufrirían en carne propia por ello, muchos incluso morirían. Los Bibelforscherr en los campos de concentración serían utilizados por algunos nazis como empleados de hogar, niñeras en las propias casas de los nazis, peluqueros, etc;. los nazis sabían (se aprovecharon de la neutralidad cristiana de los miembros de la confesión religiosa) que no atentarían contra ellos o sus propias familias, esto  hizo que otros presos no entendiera dicha conducta, muchos rechazarían también a los Bibelforcher al no entender su proceder, sin embargo otros se quedarían impresionados por  su fe, valor y actitud. Los Bibelforscher en los campos de concentración nazis eran conocidos por su distintivo: un triángulo invertido de color púrpura, eran los “triángulos púrpuras”.
El movimiento religioso denominado “Internationale Bibelforschervereinigung (IBV)”, se implantó en Alemania a principios del siglo XX, inicialmente en Westsfalia y la Selva Negra, posteriormente se extendería a toda Alemania, en 1918 contaba la Asociación con 5545 adeptos, época cuyo presidente de la asociación religiosa era el estadounidense Joseph F. Rutherford (sucedía al fundador del grupo religioso, Charles T. Russell, de la Watch Tower Bible and Tract Society), en 1926 los Bibelforscher en Alemania eran casi 20000 y cuando llegaron los nazis al poder en 1933 eran algo más de 25000 miembros. En 1933 los nazis en virtud de “la ley para la protección del pueblo”, promulgada el 4 de febrero y ampliada al día siguiente del incendio del Reichstag, donde las restricciones de libertad individual, de libertad de opinión -incluida la libertad de prensa-, del derecho de reunión y de asociación, confiscación, limitación de la propiedad, etc., eran  las que se imponían, pisoteaba y eliminaba la Constitución de Weimar. En el  punto de mira (entre otros, de las autoridades nazis) se encontraba la Asociación religiosa de los Bibelforscher por ser un grupo que se oponía, denunciaba y no apoyaba de modo alguno al régimen nazi.
Y como se dice, que para muestra un botón, pondré unos ejemplos:
1) Los Bibelforscher alemanes no habían participado en las elecciones al Reichstag, se oponían a las medidas que violaban los derechos de la Constitución.
Ernst Fraenkel, abogado en Berlín hasta 1938 (año en que emigró), analiza:
“Otra cuestión preponderante es la de saber si el decreto ley del 28 de febrero de 1933, que se basa en el artículo 48 de la Constitución de Weimar, puede suspender también los derechos fundamentales, suspensión que no se prevé en el artículo 28 párrafo 2 y que, por consiguiente, se consideran en la terminología del derecho constitucional como ‘invulnerables a la dictadura’. La libertad de religión es uno de ellos. Pese a la proscripción de la asociación, los Bibelforscher objetaron que la libertad de religión era uno de los derechos fundamentales que no se podían suspender según el art. 48, párrafo 2 y consiguieron una sentencia absolutoria del tribunal especial de Darmstadt el 26 de marzo de 1934. Sin embargo, fue un veredicto aislado. Por eso, ‘el 24 de septiembre de 1935 el tribunal del Reich, basándose en la jurisprudencia vigente del art. 137, declaró, no obstante, que su aplicación ‘no impide prohibir la existencia y la actividad de una comunidad religiosa cuando esta última es incompatible con el orden del estado’. Aquel veredicto puso los derechos fundamentales ‘invulnerables a la dictadura’ en manos de la policía y rebajó la protección constitucional a la libertad de religión, a una cuestión cuya apreciación dependía del ejecutivo”. (pp. 39).
Der Doppelstaat, de Ernst Fraenkel.
2) Una orden secreta de la Gestapo indicaba que la policía secreta intentaba acabar con los Testigos de Jehová: