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sábado, 2 de julio de 2011

La fuerza y la implicación de la congregación


La congregación Cristiana es el “cuerpo” de Cristo. Mediante el Espíritu Santo Cristo como “origen” (cabeza) de la congregación se comunica con su cuerpo.

Actualmente algunas iglesias afirman ser herederas del sistema establecido por los apóstoles. De esa forma, un grupo de hombres a puertas cerradas, delibera y toma decisiones que afectan a toda su comunidad religiosa, basándose por lo general en la creencia de que Hechos 15 es un apoyo para éstos procedimientos. El Consejo de los 12 apóstoles de la Iglesia Mormona, el Cuerpo Gobernante de la Watchtower, la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, etc; son ejemplos de grupos de juntas directivas que actúan como árbitros y tribunales eclesiásticos en cuestiones de vida personal y doctrinal.

Ahora bien, notemos lo que muestra Hechos 15:

3 Por consiguiente, habiendo sido acompañados parte del camino por la congregación, estos hombres continuaron su camino a través de Fenicia y también de Samaria, contando en detalle la conversión de gente de las naciones, y ocasionaban gran gozo a todos los hermanos.

4 Llegados a Jerusalén, fueron amablemente recibidos por la congregación y por los apóstoles y los ancianos, y refirieron las muchas cosas que Dios había hecho por medio de ellos. 5 Sin embargo, algunos de los de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron de sus asientos y dijeron: “Es necesario circuncidarlos y ordenarles que observen la ley de Moisés”.

Aquí notamos como TODOS participaron del debate. No se  hizo a puertas cerradas, sino que la congregación, los ancianos, los apóstoles, e incluso algunos creyentes con ideas farisaicas estaban presentes en la Sesión.

6 Y los apóstoles y los ancianos se reunieron para ver acerca de este asunto. 7 Ahora bien, cuando se hubo disputado mucho, se levantó Pedro y les dijo: “Varones, hermanos, bien saben ustedes que desde los primeros días Dios hizo de entre ustedes la selección de que, por mi boca, gente de las naciones oyera la palabra de las buenas nuevas y creyera;

Ésta parte del relato pareciera dar a entender que los apóstoles y ancianos se reunieron a puertas cerradas y que ellos deliberaron. Sin embargo, una lectura cuidadosa muestra que ellos no lo hicieron así. Miremos la forma griega:

Συνήχθησαν τε ο πόστολοι κα ο πρεσβύτεροι δεν περ το λόγου τούτου.

Y se juntaron los apóstoles y los ancianos para conocer de este negocio - Sagradas Escrituras (1569)

Los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar esta materia - Acts 15:6 New American Standard Bible (© 1995)

El sentido de la frase es que los apóstoles y ancianos querían conocer el problema, interiorizarse en él. ¿Cómo lo harían? Escuchando todas las partes. Sin embargo, esto no quiere decir que ellos lo decidirían por sí mismos y se encerrarían a puertas cerradas.

Más bien convocaron una reunión en la que ellos la presidían, pero con el detalle de que toda la congregación deliberó. La congregación decidiría finalmente. Esto queda presente cuando Pedro termina de hablar las palabras anteriores:

 8 y Dios, que conoce el corazón, dio testimonio dándoles el espíritu santo, así como nos lo dio también a nosotros. 9 Y no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos, sino que purificó los corazones de ellos por fe. 10 Ahora, pues, ¿por qué están ustedes poniendo a Dios a una prueba, imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros antepasados ni nosotros fuimos capaces de cargar? 11 Por el contrario, confiamos en ser salvados mediante la bondad inmerecida del Señor Jesús de la misma manera como esa gente también”.
12 Ante aquello, toda la multitud calló, y empezaron a escuchar a Bernabé y a Pablo contar las muchas señales y portentos presagiosos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones. 
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Notemos que la pregunta de Pedro en ésta reunión está dirigida contra los judaizantes presentes que habían generado el problema. Las palabras de versículo 12 son más decidoras por que hablan de la “multitud” presente en esta deliberación.

Después que Santiago presenta su punto de vista y propuesta, el relato dice:

22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, junto con toda la congregación, enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé, a saber, a Judas, que se llamaba Barsabás, y a Silas, varones prominentes entre los hermanos; 23 y por mano de ellos escribieron:

Cómo notamos, la congregación es la que decide y delibera. Los ancianos solo presidían y representaban a la congregación en las cartas, pero la congregación era la que tomaba en conjunto las decisiones.

Por lo tanto, considerando como se planteó el asunto, analizando el contexto y el espíritu de la situación, notamos que nunca existió una especie de Consejo a Puertas Cerradas para deliberar sobre cuestiones doctrinales trascendentales.