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sábado, 12 de febrero de 2011

“Porque a la hora en que menos piensen viene el Hijo del Hombre”



“Estén ceñidos sus lomos y encendidas las lámparas, y sean ustedes mismos como hombres que esperan a su amo cuando vuelve de las bodas para que, al llegar él y tocar, le abran al instante. ¡Felices son aquellos esclavos a quienes el amo al llegar los halle vigilando. Verdaderamente les digo: Él se ceñirá y hará que se reclinen a la mesa, y vendrá a su lado y les servirá. Y si llega en la segunda vigilia, sí, o en la tercera y los halla así, ¡Felices son ellos! Mas sepan esto: Que si el amo de casa hubiera sabido a qué hora vendría el ladrón, hubiera seguido vigilando y no hubiera dejado que forzaran su casa. Ustedes también, manténganse listos. porque a la hora en que menos piensen viene el Hijo del Hombre.”

¿Qué podemos esperar el próximo año? Esta es por lo regular la pregunta que se considera brevemente al principio de cada año. Por ejemplo, el semanario U.S.News and World Report predice un regreso a los días de gloria de la economía de E.U.A.
Para los verdaderos cristianos; aquellos a quienes Jesús dio la responsabilidad de estar en guardia y esperar su llegada, la pregunta de año nuevo debe incluir la posibilidad del regreso de Cristo.
Desafortunadamente para mucha gente; inclusive para algunos cristianos cualquier discusión sobre la cercanía de tal evento es descartada con la excusa de que no debemos especular o con la respuesta bíblica de que nadie sabe la hora.
El asunto es que a pesar de lo que digamos Jesucristo espera que sus seguidores se encuentren a la expectativa de su llegada, independientemente de que pudiéramos pensar que esta espera es una demora por parte de Él. Jesucristo advirtió a sus seguidores respecto a no sentirse desanimados debido a la tardanza de su Amo. Jesús dijo a sus discípulos que aunque su llegada no sucediera en la primera vigilia de la noche, o inclusive en la segunda, los esclavos deberían permanecer despiertos; aún hasta el amanecer si fuera necesario.
Revelación 10:6 registra una declaración que se dio en los cielos. Esta declaración parece admitir el hecho que habría un retraso en la llegada de Cristo, pero que; eventualmente, llegaría la hora en que “Ya no habría ya más demora”. Pero aunque Jesús predijo que algunos de sus siervos lo estarían esperando fielmente a la hora de su llegada, de manera irónica; a pesar del cuidado de su esclavo fiel, el Hijo del Hombre volvería en una hora en que no pensamos.
Pero, ¿A qué se debe esto? Sí, ¿Cómo es que Jesús vuelve al tiempo exacto en que su esclavo fiel NO cree que sea? Sin duda alguna es porque ellos están observando o siguiendo las señales equivocadas. Por lo tanto, ¿Cómo podrían darse las cosas?
No hay duda que muchos cristianos sinceros siguen muy de cerca los acontecimientos mundiales con mucho cuidado y cómo estos se relacionan con la profecía; pero, ¿Qué es exactamente eso que deberíamos estar esperando?
En el contexto de la profecía que nos habla del regreso de Jesús a una hora en que creemos, NO es, Jesús también censuró los inicuos pensamientos de los Judíos, quienes eran lo suficientemente inteligentes para leer las señales en el cielo y hacer predicciones meteorológicas exactas, pero al mismo tiempo; de manera hipócrita, se negaban a usar su capacidad de discernimiento para inferir acerca de las señales en relación a Cristo. Nosotros no debemos ser como ellos.
Primeramente es necesario corregir la idea que en estos momentos ya estamos viviendo en el periodo profético conocido “El tiempo del fin”. El tiempo del fin; tal y como se usa en numerosas ocasiones en el libro de Daniel, está relacionado con la expresión “Conclusión del sistema de cosas”; asociado con la presencia de Cristo y ambas expresiones significan lo mismo. Según las dos ilustraciones de Jesús; la del trigo y la mala hierba, así como la ilustración de la red barredera; ilustraciones que suceden durante “La conclusión del sistema de cosas”; ambas tienen aplicación con lo que Él llamó “La siega”; tiempo en que los ángeles del reino de Dios salen a toda la tierra y hacen la separación final y definitiva entre aquellos Cristianos semejantes a la mala hierba, así como de todos los injustos, y de “Todas las cosas que causan tropiezo.” (Véase el comentario “¿Qué es el Tiempo del Fin y Cuándo Sucede”)
Es razonable concluir que el trigo y la mala hierba representan al esclavo fiel y al esclavo inicuo respectivamente. También es razonable creer que los pescados buenos y los pescados malos significan lo mismo y que la red barredera significa lo que nosotros conocemos como el recogimiento de los escogidos o la separación de las ovejas y las cabras llevada a cabo por los ángeles al cumplir el mandato de Jesucristo.
En vista de la obvia realidad que tal siega o remoción de las cosas que causan tropiezo no se ha realizado, tampoco debemos asumir que la señal de la conclusión del sistema de cosa haya aparecido en tiempos anteriores.
La verdadera señal de la presencia de Cristo y de la conclusión del presente sistema de cosas se hará evidente durante la próxima conflagración mundial y la eventual desaparición del séptimo rey. Según la profecía de Daniel, el tiempo del fin es cuando el rey del norte; también conocido como el Rey del Fiero Semblante, inunda todas las tierras; incluyendo el santuario de IEVE. La profecía de Jesús nos dice que se levantará nación contra nación y reino contra reino durante el tiempo de la conclusión de este sistema de cosas, y que hasta el lugar santo de Dios será pisoteado por la cosa repugnante. Por lo tanto, el tiempo del fin está marcado por una guerra que conduce a una tribulación sin paralelo en la historia el mundo.
Pero lejos de ser el tiempo del fin un periodo indeterminado, el intervalo de tiempo entre la presencia de Jesús y la conclusión del Satánico sistema en que vivimos es un periodo relativamente corto; es muy posible que este periodo consista de tres años y medio.
Pero volviendo a la pregunta que nos hicimos al principio, ¿Qué señal o “cosa” debemos buscar particularmente en este momento?
Un aspecto profético valiosísimo y que es digna de confianza tiene que ver con la identificación de Los Estados Unidos y la Gran Bretaña; la llamada alianza Anglo-Americana; alianza que se ha identificado como la séptima cabeza de la bestia de siete cabezas, así como la bestia de dos cuernos del libro de Revelación. Ninguna otra entidad podría servir como potencia mundial en la continuación histórica del imperio Romano; es decir, el rey del norte de los días de Jesús y cumplir las profecías. Siendo ese el caso, podemos decir que la presencia de Jesús debe ocurrir durante el reinado del dúo Anglo-Americano. Tenemos la seguridad que ocurrirá un evento que sacudirá los cimientos del mundo. Este acontecimiento la Biblia lo profetiza y tiene que ver con la caída del séptimo rey durante la conclusión del sistema de cosas.
De acuerdo a la profecía bíblica Egipto fue la primera potencia mundial que oprimió al pueblo de IEVE. Al ser el primero Egipto también puede servir como el símbolo del séptimo rey de este bestial sistema político. En verdad, después que Egipto dejo de ser la potencia dominadora de la región; a pesar de eso, una gran porción de la profecía tiene que ver con Egipto aún después de su caída. La descripción profética de Egipto da rasgos y peculiaridades que solo pueden cumplirse en Los Estados Unidos de América. (Para un análisis más detallado véase el comentario “El Fin Del Dúo Anglo-Americano”) Podemos darnos cuenta a través de la profecía que Egipto no resulta ser un escape respecto a las ambiciones del rey del norte durante el tiempo del fin.
Debemos considerar seriamente las palabras que encontramos en el libro de Ezequiel, capítulo 21; el cual describe a Egipto como un gigantesco árbol que supera con mucho a los demás árboles -naciones-, en el Jardín de Naciones, pues la profecía nos dice que todas las naciones del mundo lo envidian y buscan refugio bajo su sombra. Esta es una descripción de la nación que por los últimos 140 años ha sido llamada como la nación más grande en la historia de la humanidad, así como “Fuente de la libertad y un rayo de esperanza”.
Este cedro Egipcio está destinado por la profecía a ser cortado por “Los tiranos de las naciones”. No hay duda que la caída de Los Estados Unidos en manos del despotismo será un horroroso acontecimiento en la historia del mundo. No obstante, esto es exactamente lo que IEVE nos dice que ocurrirá. En Ezequiel 32:9–10 el Dios Altísimo nos dice: “Y ciertamente ofenderé el corazón de muchos pueblos cuando traiga procedentes de ti entre las naciones a tierras que no has conocido. Y ante ti haré que muchos pueblos ciertamente queden despavoridos, y sus mismos reyes se estremecerán de horror ante ti cuando blanda mi espada en sus caras, y tendrán que temblar a cada momento, cada uno por su propia alma, en el día de tu caída.”
Este colapso del gigante del mundo traerá como consecuencia la angustia y el terror que revelan las palabras de la profecía: “Y cuando quedes extinguido, ciertamente cubriré los cielos y oscureceré sus estrellas. En cuanto al sol, con nubes lo cubriré, y la luna misma no dejará brillar su luz. Todas las lumbreras de los cielos...las oscureceré por causa tuya, y ciertamente pondré oscuridad sobre tu tierra, es la expresión del Señor Soberano IEVE.”
Cualquier persona que esté al tanto de estas cosas puede darse cuenta de la gran similitud que existe entre esta profecía y las palabras de Jesús que encontramos en Mateo 24:29, donde Jesús predice el resultado inmediato al levantarse una nación contra la otra. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.”
Pero siendo realistas, ¿Cuáles son las posibilidades que haya un colapso de Los Estados Unidos y a consecuencia de ello el país caiga en manos de tiranos? De hecho, el potencial para una catástrofe de este tipo nunca ha sido mayor a como lo es hoy. Podemos estar seguros que no somos los únicos que nos hacemos esta pregunta.
Un analista Musulmán llamado Syed Shah Hussain también hizo esta pregunta diciendo: ¿Le sucederá lo mismo a Los Estados Unidos que a la Unión Soviética? Hussain señaló que esto es algo que puede sospecharse debido a la extremadamente des balanceada y enferma situación económica del país y nos dice que si esta situación continuaba cierto tiempo después de las elecciones presidenciales del 2004 en Los Estados Unidos, el colapso de Los Estados Unidos puede darse por hecho como así ha sido.
En el capítulo 32 del libro de Ezequiel el profeta de IEVE compara a Egipto con un monstruo marino. Los versículos 4-6 nos dicen: “Y tendré que abandonarte en la tierra. Sobre la superficie del campo te arrojaré, y en ti ciertamente haré que residan todas las criaturas voladoras de los cielos, y de ti ciertamente satisfaré a todas las bestias salvajes de toda la tierra, y ciertamente pondré tu carne sobre las montañas y llenaré los valles con el desecho tuyo. Y ciertamente haré que la tierra se beba tu materia descargada, de tu sangre, sobre las montañas; y cauces de arrollo mismos se llenarán de lo procedente de ti.”
¡¡Qué lenguaje tan extraño y sombrío!! ¿Cómo es posible que la tierra se beba la materia descargada de su sangre? Aparentemente IEVE nos dice en simbolismos muy gráficos que la vasta riqueza del Egipto Mayor será devorada por las naciones más pequeñas.
No es ningún secreto que en el transcurso de unos pocos años Los Estados Unidos han pasado de ser, desde el más grande acreedor al más grande deudor del mundo. El gobierno actual se maneja en números rojos. Si a esto se le añade el déficit actual anual, -500 millardos de dólares -, más mil millardos de dólares al año por diversos motivos, nos damos cuenta que esto no augura nada bueno. El problema no se circunscribe a Los Estados Unidos. Esto se debe a que el dólar es aún la moneda principal del mundo. Por ejemplo: todas las compras de petróleo que se hacen a través de la OPEC se hacen con dólares Estadounidenses.
Hasta hace poco Los Estados Unidos habían podido traer de regreso dólares depositados en bancos extranjeros por medio de bonos y certificados de depósito del gobierno de los E.U.A y otras inversiones para poder financiar su enorme deuda pública. Pero ahora, de manera ominosa, la corriente se está revirtiendo y el reingreso de esos dólares está disminuyendo. Al suceder esto, el valor del dólar en relación a otras monedas disminuye rápidamente. La sangre que hace latir el corazón de la nación más grande y poderosa del mundo se debilita día a día.
La postura oficial del gobierno es que un dólar débil es bueno para el país porque reduce los precios de los artículos producidos en Los Estados Unidos y eso aumenta las exportaciones. Desafortunadamente, esto no toma en cuenta el hecho que sin el continuo ingreso diario de casi 2.000000000 dólares de inversión extranjera directa, -inversión diaria-, la deuda actual no puede mantenerse por mucho tiempo. La venta masiva de la deuda pública de Los Estados Unidos, sin duda alguna, resultará en el colapso financiero de este país. Robert Reich, quien sirvió como Secretario del Trabajo bajo la administración del presidente Clinton llamó la atención de todos cuando habló de la amenaza de una crisis financiera debido a lo que él llamó “La increíble devaluación del dólar”.
Lo más preocupante de todo es que ningún modelo económico puede tomar en consideración los efectos y consecuencias que podría tener otro ataque terrorista en gran escala contra Los Estados Unidos. Uno de los principales oficiales militares de este país; el general Tommy Franks, dijo recientemente en una entrevista que en caso que Los Estados Unidos fueran víctimas de un ataque con armas de destrucción masiva lo más seguro es que este país terminaría cayendo en manos de una dictadura militar.
Hay algunas realidades con las que tenemos que enfrentar estos tiempos.
Al considerar brevemente la precaria situación financiera en que Los Estados Unidos se encuentran, el estudiante de la profecía puede tener una visión de cómo las naciones del mundo se alimentarán como buitres del cuerpo muerto y de la sangre descargada del Egipto Mayor.
Por lo tanto, volviendo a la pregunta que nos hicimos al principio: ¿Cuán posible es que Los Estados Unidos caigan en manos de tiranos? A esta pregunta podemos responder que la Biblia predice exactamente esto, y como hemos visto, ya se están dando las circunstancias precisas para que esto suceda. Solo es cuestión de tiempo. Solo es cuestión de muy poco tiempo.
Obviamente, cuando esto suceda podremos estar seguros que la llegada del Señor como ladrón en la noche es inminente; a partir de ese momento podremos discernir que ha llegado el principio del tiempo del fin.